Antes de empezar:
Palabra(s) clave: sesgos cognitivos, ciencias del comportamiento, sesgos, sesgo de favorabilidad, sesgo de confirmación, sesgo endogrupal, sesgo implícito, sesgo de deseabilidad social, activismo
Los sesgos cognitivos tienen un alto impacto en cómo las personas oyen lo que queremos decir en nuestro trabajo activista. Buscar mecanismos para neutralizar los sesgos cognitivos es parte fundamental en el diseño de estrategias para la incidencia de las organizaciones sociales.
El acceso fácil y rápido a múltiples fuentes de información con las que las personas toman decisiones y se forman opiniones sobre hechos concretos, han hecho evidente la necesidad de tener en cuenta los sesgos cognitivos para el trabajo de las organizaciones que trabajamos por el cambio social en el mundo, pues los sesgos cognitivos tienen tendencia a reforzar ideas que no corresponden a los hechos por fenómenos como la aceptación del grupo o la tradición y los estereotipos.
Los sesgos cognitivos son errores del pensamiento, la memoria, la percepción que distorsionan nuestros juicios y que operan a un nivel inconsciente, en especial cuando se debe actuar rápidamente.
Por eso es importante tener en cuenta que los sesgos del cerebro también operan en nosotros y que cuestionarnos sobre cómo estamos tomando decisiones dentro de nuestra propia labor activista también es importante a la hora de pensar estratégicamente.
Hay más de cinco sesgos cognitivos, pero este es un buen comienzo para explorar nuestra labor activista a un nivel más profundo en la mente y los corazones de las personas y avanzar en cambios sociales de largo plazo.
Descarga esta guía de Gitta Zamorodi para conocer más sobre los sesgos cognitivos en nuestra labor activista: https://drive.google.com/file/d/1D8WZqprWDWZ9hBPGdQ8QfHBa6h30pWPK/view