El Estudio de Audiencias Creyentes en América Latina 2021 arroja luz acerca de la postura de los distintos tipos de creyentes hacia algunas causas. A continuación resumimos algunos resultados reveladores de las oportunidades de avance de la agenda de derechos humanos en la región. 

Atender la Violencia contra la mujer es una prioridad

Un punto de encuentro entre las distintas denominaciones (cristianos evangélicos, católicos y cristianos de otro tipo) es que para todos la violencia contra la mujer es el problema social más importante entre las opciones indagadas en la encuesta: racismo, crisis climática, migración e indigencia. Llama la atención que esta preocupación es más alta para las personas evangélicas (49%), pues una de cada dos prioriza la violencia contra la mujer. Es preciso recordar que más del 70% de la muestra son mujeres, de manera que queda abierta la pregunta de si este resultado refleja una preocupación por un problema social externo, o eventualmente es la consecuencia de un flagelo personal o de personas allegadas en su comunidad. En todo caso, este problema también fue priorizado por los hombres creyentes con 37.5%, más de 10 puntos por debajo de las mujeres.

La crisis climática y la migración son temas menos relevantes para los evangélicos (5%) que para los católicos (10%), aunque son muy poco relevantes para los creyentes en general y nada importante para las personas creyentes más radicales.

‍

‍‍

Debería permitirse que las mujeres dirijan misas o cultos

Las personas evangélicas son quienes más aprueban esta afirmación (80%), mientras que en las católicas sólo un 45% lo hace. Por el contrario, 40% de católicas rechazan esta idea, en contraste con un 13% de evangélicos. Llama la atención que es República Dominicana el país que más apoya esta idea (82.13%) a pesar de presentar los puntajes más bajos en otras preguntas de agendas progresistas. En varias denominaciones protestantes la ordenación de mujeres pastoras se ha permitido desde hace varias décadas, por lo cual es probable que en efecto ya haya entre los evangélicos suficiente evidencia empírica de pastoras o reverendas mujeres. Por el contrario, en la muestra de audiencias creyentes el país que más rechaza esta idea es México con un 35% de desaprobación, seguido de El Salvador con 29%.

‍

Los matrimonios del mismo sexo también son familia

El matrimonio entre personas del mismo sexo es la agenda más rezagada entre las personas evangélicas. Solo 5% de personas evangélicas consideran que un matrimonio homosexual es una familia, en contraste con un 24% de católicas y 24% de cristianos de otro tipo. Estos resultados convierten al matrimonio homosexual en una de las agendas que más divide a los creyentes según su denominación.

En términos de países, en un extremo de aprobación a la afirmación están Uruguay (37%) y Chile (26%) y en el otro República Dominicana (6%), Nicaragua (7%) y Honduras (8%).

‍

‍

Si a uno de uno de tus hijos/as les diera clase en la escuela una profesora transgénero, tú:

El 14% de las personas evangélicas se sentirían tranquilas si sus hijos tuvieran una profesora transgénero, un resultado interesante teniendo en cuenta su apoyo casi nulo al matrimonio del mismo sexo. En católicos la aceptación es del doble: 30%. Incluso dentro de las audiencias, los antagonistas radicales tanto católicos como evangélicos respondieron más positivamente a esta pregunta (15% para los católicos y 11% para los evangélicos), que a la de matrimonio homosexual. En los simpatizantes, los porcentajes suben a 64% que se sentirían tranquilos entre católicos y 52% entre evangélicos. Esto muestra que hay matices en el apoyo hacia las distintas agendas de derechos humanos. En esta pregunta, Brasil se destaca por ser el país con más aprobación de la profesora trans (36%), incluso por encima de Uruguay (35%).

‍