En América Latina, la figura de líderes y lideresas ambientales parece eclipsada en la opinión pública, a pesar del reconocimiento global de ciertos activistas y organizaciones. La Encuesta de Justicia Ambiental llevada a cabo por Sensata y Puentes en 2022 reveló que, si bien hay un alto nivel de apoyo a ambientalistas internacionales como Greenpeace 89% y Greta Thunberg 72%, un tercio de las personas encuestadas admitió no conocer cuál es la labor principal de los líderes ambientales en su país.
Al indagar por la principal labor de los líderes ambientales en tu país se destaca enseñar a cuidar el medio ambiente con un 46% de las respuestas. Por el contrario, actividades fundamentales como Defender los territorios indígenas y afro, y Cuidar de las reservas naturales, recibieron una atención mínima, con solo 6.5% y 1.1% respectivamente.
Sin embargo, los datos de la encuesta muestran que la narrativa predominante de cuidado del medio ambiente está monopolizada por los discursos de gestión de residuos y arborización, pues al indagar por las prácticas ambientales cotidianas que más aportan al cuidado del medio ambiente, las personas encuestadas priorizaron la plantación de árboles (41.4%) y el reciclaje (40.6%) por encima de otras acciones como ahorrar energía 6%, andar en bicicleta 2% y comprar ropa usada 1%.
Lo anterior sugiere la urgencia de dos acciones narrativas relacionadas con la justicia ambiental: visibilizar el rol de los actores territoriales en el cuidado del medio ambiente, y redefinir el cuidado del medio ambiente de una manera que evidencie las luchas implícitas de la justicia ambiental.